miércoles, 18 de abril de 2007

candado al cuello

Hay personas a las cuales, el trabajo es una gran parte de su vida, no solo es ir a currar, les gusta y aveces le ponen todo el empeño, yo me considero de ellas, y es una cosa que nunca pensé que me pasaría. Allá en mis tiempos mozos, siempre decía lo de -trabaja para vivir y no vivas para trabajar-, - si me entran ganas de currar, me tomo una aspirina y a esperar-, -ante la duda más vale prevenir, que currar-..., cierto es que mi trabajko no es estresante ni monótono, pero joder, ya que te pones lo quieres hacer bien, eso si, llega un momento en la vida de todo hombre (o mujer), que su esfuerzo cae en saco roto, puesto que nadie reconoce el trabajo que diariamente se saca adelante, es más, encima solo te caen fallos y más marrones para sacar adelante, eso, se puede llevar, siempre hay alguien que dice - buen trabajo chicos-, e incluso aveces creo haber oído el ya olvidado -gracias-, peor son las personas que no te dejan hacer tu trabajo bien, que te puedes esforzar, pero solo hacen retrasarte o desquiciarte, -la cadena es tan fuerte, igual al eslabón más débil-, pero hay eslabones que no deberían de haber entrado en algunas cadenas, que deberían de estar en cadena de su mismo metal y no convertir el trabajo de las demás personas en algo de lo que no puedes estar orgulloso. Ante esto, hay dos caminos, 1.-tomarse la vida con filosofía, todos moriremos, carpe diem (aprovecha el momento) se feliz y roete de la vida, menos importancia a las cosas que no la tienen. 2.- no me acuerdo, y además era la mejor.

Creo que voy a optar por tomarme el curro más como un curro.
Yo he sido, soy y seré en ocasiones un eslabón débil (pero me gusta decirlo y me siento mal).

Cuando tienes 15 años quieres cambiar el mundo,
y a los 40 el mundo te ha cambiado a ti. Necrofilia
bueno, intentaremos quitarles la razón.

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